La
negativa a declarar de parte del ex presidente Areces en la comisión por la
corrupción del Niemeyer, es la prueba del diez de este irresponsable político
que, no conforme con haber hundido Asturias durante sus ocho años de
desgobierno, pretende ahora zafarse de la justicia, sin responsabilidad alguna.
El
tiempo de Areces al frente de Asturias, es de libro Guinness, y no precisamente
para presumir. El aumento del desempleo en connivencia y desaconsejo del
incapaz consejero Graciano Torre (de 60.000 a más de 100.000
parados), y en coincidencia además con el Gobierno Zapatero, es su primer
"logro" que, no obstante, tiene otros capítulos para la historia
negra de Asturias. Las obras faraónicas de Álvarez Areces en sus dos mandatos
de desgobierno, están, no sólo por finalizar, sino que, en el caso del Muselón,
por demostrar su necesidad. Junto al HUCA, es record de falta de previsión
económica y desmedido grandonismo que, por ello, ha triplicado su
presupuesto inicial.
Por
éso, claro, la justificación del impuesto del céntimo sanitario, o la
continuidad del peaje del Huerna, por más que el mismísimo Zapatero
hubiese prometido dentro de sus habituales orgasmos mentales de
Rodiezmo, que se suprimiría. La corrupción en el caso del carbón traído de
Polonia y metido por la puerta trasera de la Mina de la Camocha para justificar
así las ayudas europeas a una industria declinante desde la época del ministro
socialista Solchaga, es otro de sus “logros” mayores. Entre tanto, la sindicalería
asturiana, connivente con esta situación, y no digamos tan “agradecida” por las
ayudas multimillonarias a los "cursos de deformación", dilapidados
sin resultado positivo alguno, ha sido otro de sus apoyos. La falta de conexiones
aéreas internacionales desde Ranón, es
otra muestra de su incapacidad.
El
innecesario invento de la Defensora del Pueblo Asturiano, para regalárselo a la
hermanísima Antonia Felgueroso (con un curriculum jurídico que cabe en un
sello de correos), es otro de sus desatinos y despilfarros económicos. Eso sí,
compartido con el PP, a cambio de un “puestín” para Noel Zapico; coches
oficiales Fhaeton (de 16 millones de pesetas cada uno), sueldos millonarios,
etc. Recientemente esta “falcatruada” socialista ha sido suprimida. ¿Acaso los
asturianos nos sentimos ahora huérfanos sin la protección de la Felgueroso?.
Y
acerca de sueldos millonarios hay que recordar el que Areces regaló a su señora
esposa, de forma ilegal, nombrándola directora del “Instituto Adolfo Posada”
(para cuyo puesto se precisaba una licenciatura que dicha señora no tiene). Pero
eso sí, la puso al frente del ente que controla y programa la mareona de nuevos
funcionarios asturianos. Por el contrario y perdido el mínimo de sensibilidad
académica necesaria para el caso (si es que alguna vez la tuvo este antiguo
profesor comunista), Areces fue siempre contrario a la “Ley de Autoridad del
Profesorado” que, otras comunidades hace tiempo que contemplan. Lo mismo que su
querido correligionario y también otrora comunista Riopedre, máximo responsable
del mayor caso de corrupción (hasta ahora descubierto), dentro de las entrañas
socialistas de Asturias. Por fortuna y desde hace pocos meses, dicha ley ha
entrado en vigor.
La
TPA fue otro de sus despilfarros. En una región con un paro alarmante y una
economía de emergencia, el proyecto televisivo ha sido una
innecesaria redundancia mediática, "ad maioren gloriam" de
Areces. Por todo y la desmedida ambición política demostrada en su puesta en
marcha, la situación actual de la TPA es de quiebra absoluta, y no
digamos la de docenas de trabajadores despedidos o perseguidos (Xuán Cándano,
por ejemplo).
Hay
que tener vergüenza cero, o lo que es lo mismo, hay que ser muy sin vergüenza
para, escamotear su responsabilidad en el Caso Niemeyer, argumentando la falta
de legitimidad de la comisión parlamentaria al efecto. Salvando las distancias,
es la misma prédica de los terroristas etarras a la hora de ponerse delante de
un juez. Por si acaso y teniendo en cuenta toda la corrupción antes apuntada,
Areces es actualmente uno de los silentes “culisedentes” de la cueva de Ali
Babá que, algunos se atreven a llamar senado. Ojalá alguien, alguna vez, nos explique
para qué sirve. A ser posible, que no sea Álvarez Areces.
Fdo. Félix Martín
Martínez