LibreMercado. El pasado lunes, el Gobierno del PP reiteró, una vez más, las bondades de una de sus grandes reformas, la relacionada con lareordenación de las Administraciones Públicas. El proyecto, liderado personalmente por la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, pretende, básicamente, mejorar la eficiencia del sector público.
Para ello, la denominada Comisión para la Reforma de las Administraciones Públicas (CORA) presentó el pasado verano un amplio documento, con más de 200 medidas de diversa índole, a aplicar por parte del Estado, las autonomías y los ayuntamientos entre 2012 y 2015. Y si entonces fue Sáenz de Santamaría la encargada de cantar las alabanzas de dicha reforma, ahora le ha tocado el turno al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
El problema es que ambos han empleado cifras que confunden y llevan a engaño a buena parte de la opinión pública. Así, aunque, en principio, pudiera parecer que el principal objetivo de la reforma es reducir el sector público, lo cierto es que ésa no es, en ningún caso la intención del PP, tal y como avanzó Libre Mercado el pasado junio. Rajoy lo volvió a dejar muy claro en su intervención: "La Administración española no es elefantiásica ni una losa".
Para desmontar ese "falso mito en torno a nuestra burocracia", según Rajoy, el presidente destacó una serie de datos. En primer lugar, afirmó que "España se sitúa entre los países de la Eurozona con menor gasto público en porcentaje del PIB: un 44% en 2012, cinco puntos menos que la media de la zona euro".
Sin embargo, no es cierto. El gasto público se situó en el 47,8% del PIB en 2012, apenas 2,1 puntos por debajo de la media de la zona euro, tal y como muestra la oficina estadística de la UE (Eurostat). Desde que llegó al poder, el PP, al igual que hizo antes el PSOE, se empeña en maquillar el gran agujero de las cuentas públicas. En este caso, descontando convenientemente del gasto y del déficit el enorme coste del rescate público de las cajas de ahorros.
Por otro lado, Rajoy enfatizó las medidas de ajustes puestas en marcha por su Gobierno para, en teoría reducir, el gasto y, de este modo, también el déficit público. "Todas estas medidas han contribuido a que, ya en el año 2012, el esfuerzo de ahorro haya sido extraordinario. Pese a la difícil situación económica, la proporción de gasto sobre PIB se redujo en 1,27 puntos frente al aumento de 0,4 puntos en la Eurozona"