La ministra de Fomento Ana Pastor inaugurará esta tarde el tramo Otur-Villapedre, último que faltaba en la autovía del Cantábrico (A-8) en su vertiente occidental. La puesta en servicio de los 9,4 kilómetros de calzada doble permite a los conductores superar en cuatro minutos y medio una distancia que ahora, por la Nacional 634, exige diez más.
Con el avance la A-8 suma 220 kilómetros abiertos en Asturias y queda a la espera de los subtramos Pendueles-La Franca y La Franca-Unquera. Pastor ya anticipó que los trabajos del primero durarían hasta el verano, mientras la unión con Cantabria no estará hasta finales del año que viene.
El segmento que hoy se estrena está llamado a absorber el tráfico de la N-634, que en Otur alcanza los 11.796 vehículos diarios de los que entre el 15 y el 20% son camiones, según los últimos registros de Fomento. La proporción de vehículos de gran tonelaje se explica por movimiento de madera que lleva asociado la presencia de las factoría de Ence en Navia así como los camiones-cisterna que buscan a Reny Picot en la parroquia de Anleo.
El beneficio a los usuarios es claro y tiene números. Según los estándares europeos, cuando uno conduce por motivos de trabajo aprecia en 5,6 euros que el trayecto se acorte en diez minutos. Si la reducción se produce en un viaje de ocio, la prisa es menor y el valor económico mengua hasta 1,2 euros. Aplicados ambos ratios al tráfico actual, resulta que el beneficio social que aportará el nuevo tramo se estima entre 5,1 y 24,1 millones al año.
Esto atendiendo sólo al ahorro de tiempo. Para visibilizar todas las ventajas de la infraestructura hay que mencionar la situación de El Bao, próximo a la desembocadura del río Barayo y que se convirtió en la 'zona cero' de las inundaciones de 2010. Aquellas avenidas obligaron a la voladura de un tramo de la Nacional y la solución transitoria que vino después obliga a la convivencia de camiones, coches y peregrinos del camino de Santiago en una franja demasiado estrecha.
La Nacional a la que releva el tramo conecta en Navia los núcleos de Polavieja, Puerto de Vega, Villapedre, Anleo y Piñera, mientras en Valdés hace lo propio con La Montaña y Otur. La población más directamente afectada por el tramo ronda los 23.000 habitantes. Antes de lanzar las obras, los ingenieros estudiaron la evolución de esta porción de la Marina Occidental asturiana, constatando que la tendencia es a perder población pero no vehículos de motor, y que el crecimiento económico «es positivo aunque inferior a la media nacional».
El provecho económico y de seguridad de Otur-Villapedre irá aumentando con el paso del tiempo, o al menos eso es lo que esperan los ingenieros que trabajaron para esta infraestructura. En el proyecto constructivo los especialistas calculaban que en el año 2020 la vía será utilizada por casi 20.000 vehículos diarios, alcanzando los 24.200 una década más tarde. Parece mucho movimiento, pero cabe recordar que las circulaciones en la zona ya se duplicaron entre los años 1988 y 2002.
Las expectativas justificaban así lanzar una obra que Fomento ofertó a mediados del 2008 a un precio inicial de 93,6 millones y un plazo de trabajo de 25 meses. La propuesta presentada por Ferrovial y la asturiana Oca se impuso en aquella subasta, al comprometerse a ejecutar el tramo en 23 meses y por sólo 61,4 millones (IVA incluido). Parecía así que el ministerio iba a ahorrarse más de 30 millones, pero como es habitual, las condiciones iniciales terminaron sufriendo modificaciones. Así, la inauguración de hoy llega tres años más tarde del plazo firmado en el primer contrato y, según la web de Fomento, el presupuesto en vigor de la obra remontó hasta los 67,1 millones.
********************************
Opinión de El Nuevo Faro de Tapia: un gran día para el occidente y el aislamiento secular que sufríamos. No obstante, ahora también se verá que trae de positivo para esta comarca la finalización de la autovía en Asturias (a excepción de los pocos kilómetros de LLanes).
Como decía ya hace años, aquel corresponsal en el occidente de Asturias por el ahora diario eco-socialista (La Nueva España), el sr. Jardón, quien advertía "si la autovía atraería gente y progreso o más bien permitiría que la gente del occidente se fuese para el centro de la región, con mas opciones laborales y futuro que esta comarca".
Parece, que ese interesante razonamiento del sr. Jardón tiene ya claras respuestas: si se va de comprás, al cine o de ocio, esta claro que ya desde hace años y gracias a la autovia, el centro de la región es el destino (no a la inversa). Y lamentablemente, ahora con más motivo, si hay que ir a buscar una sanidad COMPLETA Y DE GARANTÍA ya "solo" estamos a una hora y poco del nuevo gran Hospital que pronto se inaugurará a Oviedo. El desmantelamiento (advertido en ocasiones en este medio) del hospital comarcal de Jarrio es una realidad imparable y ahora más justificable que nunca por disponer de un enlace completo.
Pero el futuro de la comarca (del occidente en general) ya ha sido decidido en Oviedo, y ultimamente convertido en causa política por partidos como IU y UPYD: convertir el occidente en una reserva, donde las empresas y el crecimiento y desarrollo sostenible no sea posible. Eso si, siempre nos quedará atravesar el Puente de los Santos y vivir en lo que ahora es la nueva "ciudad" de la comarca, Ribadeo. La industria real (no subvencionada) no tiene cabida en esta comarca para estos grupos políticos y su centralismo regionalista.