El Blog de Celsa Díaz (LNE). Como no, empieza el año pensando en Tapia y la Mina.

Como en ocasiones tengo un puntín masoquista, veo por enésima vez El exorcista, película que cumple 40 años. Y por enésima vez tiemblo de miedo con la dulce y pizpireta niña convertida en un monstruito de careto verdoso y purulento que emite berridos infernales. Pero, que quieren que les diga, más pavor me da el fin de 2013 en el occidente de nuestro maltrecho Paraíso Natural. El top ten lo encabeza Cudillero, donde la FSA es incapaz de controlar el circo montado. Cierres de empresas y minas de carbón que dejan a cientos de trabajadores en la calle, gracias a las chiripitiflauticas bondades de la reforma laboral. Una inocente osina utilizada como centro de miserables trifulcas protagonizadas por la inconsciencia y el menosprecio. El monasterio de Cornellana abandonado a su suerte (que es, naturalmente, la ruina). Y una empresa minera en Tapia que continua tomando el pelo a la ciudadanía con la complicidad del Gobierno del Principado ¿Y si llamamos al padre Karras para qué nos haga un buen exorcismo?

http://comunidades.lne.es/blogs/celsadiaz/exorcismos-12023.html

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Opinión de El Nuevo Faro: para empezar el año nada mejor que recordar a una de las periodistas que más le interesó el concejo tapiego el año pasado. Eso sí, los parados y el deseo de muchos de mejorar económica y socialmente no le interesaba mucho. En esta ocasión todo viene relacionado con la publicación en el BOPA de las medidas correctoras de la empresa minera (o mejor dicho especulativa, a la espera de vender a una empresa minera de verdad) para cumplir la normativa del Principado.

No hay mucho que se pueda decir, simplemente a esta periodista se le puede comentar que para arreglar monasterios, hacer caminos, mejorar las calles, etc, etc se necesita dinero. Y ese dinero se obtiene de dos formas posibles: por impuestos o por actividad económica. Puesto que no le interesa las empresas (actividad económica) entendemos que acepta subir impuestos para arreglar monasterios. Resumiendo: hay que ser algo coherentes con el mensaje, no se puede tener todo sin permitir nada. Y desde luego no se puede subir más los impuestos. La conclusión es clara: permitamos las empresas y actividades económicas, puesto que hasta que no exista una "maquina automática de hacer dinero" no hay otra solución. Todos queremos una sociedad sin recortes, con una educación y sanidad de primera, pero para eso, hay que ingresar en las arcas publicas y solo hay dos opciones posibles.