La solicitud de la empresa Funerarias del Occidente S. L. de un permiso para instalar un velatorio con dos salas en el centro de Tapia ha generado en la villa revuelo y división de opiniones entre los que se oponen a la iniciativa, especialmente los propietarios de las viviendas más próximas, y los que consideran que es una actividad económica necesaria en la localidad, que evitará los desplazamientos a Vegadeo o Jarrio.
Los propietarios tratan de impedir que esta actividad se instale en el centro urbano y en zona residencial y han presentado alegaciones y firmas de rechazo. Consultado sobre este asunto el Alcalde, Manuel Jesús González, indica que «el proyecto se está tramitando conforme a la legislación».
Una vez se cierre la información pública, el Ayuntamiento remitirá el proyecto y las alegaciones recibidas a la Consejería de Sanidad, que es la que debe dar la autorización final al tratarse de una iniciativa incluida en el reglamento de actividades molestas, insalubres, nocivas y peligrosas. Por su parte, la empresa Funerarias Occidente mantiene que su iniciativa responde a las necesidades de la localidad y su interés por «dar una mejor atención al cliente». Su portavoz, Daniel Iglesias, explica que están «cumpliendo con el procedimiento que marca la ley. No queremos imponer nada y lo hacemos con la mejor intención».
Los vecinos se quejan del procedimiento administrativo seguido por el Ayuntamiento y le reprochan que «se tome este asunto tan a la ligera». No en vano, alegan, algunos propietarios recibieron la notificación de este proyecto días después de que el edicto municipal se publicara en el Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA). El regidor niega esta acusación e insiste en que se contactó con todos los propietarios, aunque muchos no residen habitualmente en Tapia y fue difícil dar con ellos.
Los afectados consideran que el velatorio en la calle As Casúas «va a afectar negativamente, en muchos aspectos, entre ellos el turismo» e indican que hay lugares más idóneos para su ubicación como el polígono industrial de El Cortaficio. La calle As Casúas es uno de los ejes comerciales de la villa y la vía de acceso a las playas, y también está muy próxima al aulario de infantil.
La alegaciones presentadas por los vecinos del portal número tres y los colindantes se dividen en ocho puntos. En los tres primeros hablan de asuntos como la oposición a convivir con una actividad tan vinculada a la muerte, la escasez de aparcamiento en la zona y la posibilidad de que la instalación del velatorio devalúe sus propiedades: «Será difícil para el dueño alquilar su propiedad en la zona, aún rebajando el precio. ¿Es justificable primar los intereses de una empresa privada en perjuicio de las de más de cien familias afectadas directamente?».
En los últimos cinco puntos de la alegación los propietarios repasan la legislación al respecto. En este sentido indican que la actividad está recogida en el Decreto 72/1998 que aprueba el Reglamento de Policía Sanitaria Mortuoria. Aquí se explican las diferencias entre velatorio, donde sólo se velan los cuerpos, y tanatorio, donde se realizan prácticas de tanatopraxia (vinculadas a la higiene o estética de los cadáveres) que no se permiten en los velatorios. No obstante, los vecinos explican que en la definición de los términos hay coincidencias fundamentales y, como el decreto no recoge nada al respecto de la ubicación de los velatorios, pero sí se dice que los tanatorios no pueden instalarse en edificios de uso residencial, los vecinos hacen extensiva la norma a ambas instalaciones.
En este sentido no está de acuerdo Funerarias Occidente, que asegura que los velatorios sí se pueden instalar en zona residencial como demuestran otros casos registrados en Asturias y en la comarca, caso del velatorio de Vegadeo o Santa Eulalia de Oscos. La empresa se defiende: «Es una actividad silenciosa, que se cierra a las diez de la noche y que muchos días permanece cerrada. Es tranquila y discreta».
Información LNE (T.Cascudo).