Hace pocos días apareció una pintada en la puerta del
Ayuntamiento de Tapia de Casariego con la descripción “Compro Oro”.
Esta pintada, de posibles militantes o simpatizantes contrarios
a la mina de oro, si bien es una opinión respetable, los medios y formas
utilizados deslegitiman dicha reivindicación y puede provocar más daño a la
misma que el que pretendía realizar o revindicar.
La situación económica de nuestro Ayuntamiento es bastante
penosa. Existe un gran deuda apenas bajada en el gobierno de APT, además durante
los dos años de APT+PSOE se produjo una subida impositiva importante. ¿Para qué?
Parece que para pagar estas salidas de tono. Se va a tener que proceder a
pintar la pared del Ayuntamiento y eso tiene un coste que recaerá en las arcas
municipales, es decir, en el bolsillo de todos los tapiegos. Es cierto que como
se suele decir coloquialmente “esto no nos saca de pobres”, pero la realidad,
es que no teníamos necesidad de gastar ni un duro en estas cosas. Se puede
utilizar otras formas de expresión y oposición a la mina sin necesidad de
perjudicar a los vecinos en general. Por ejemplo a través de charlas-coloquios,
blogs en internet, exposiciones en medios de comunicación, etc., etc.
Estas pintadas pueden considerarse un daño al mobiliario urbano
y está estipulado como delito y pena de multa. Los responsables de los mismos tienen
que comprender que estas acciones no se pueden realizar y son inclusos
perjudiciales para su causa.
Es un buen momento para calmar los ánimos y buscar puntos de
consenso que permitan bajar la crispación y reflejar lo poco que pinta el
Ayuntamiento de Tapia para decidir si se instala o no la mina, puesto
que la decisión realmente es del Principado. Si el proyecto desde el Principado
es positivo, ningún gobierno local se opondría al mismo, sea del signo u
opinión que sea. Salvando las distancias y el contexto, es similar a lo que
pasó en Bélgica con el rey Balduino (conocido católico practicante) en 1990 que
dimitió durante 36 horas para para evitar tener que sancionar la ley sobre la
despenalización del aborto.
Sería aconsejable que aquellos políticos o partidos políticos tapiegos que se han posicionado contrarios a la mina y en los que hay una gran influencia de asociaciones contrarias a dicho proyecto, participasen activamente en rebajar la crispación, así como rechazar públicamente estos daños urbanos. Sino, pueden transmitir el equivocado y erróneo mensaje de justificar o/y alentar estos comportamientos. En cualquier lugar, la exaltación política sin control ni limites es muy perjudicial para la convivencia vecinal, el estado de derecho y los principios básicos de la democracia.