El Sr. Enrique con el bastón de alcalde que popularizó su antecesor. |
Aunque lleva poco tiempo siendo alcalde y aún es pronto, se
puede hacer una pequeña evaluación de estos primeros días de alcalde de Enrique
y sus gestos y declaraciones. Igual que el Papa Francisco I dio muestras en sus
primeros días de que sería un Papa diferente a su antecesor, el Sr. Enrique va
por ese camino también y ya nos ha dejado una serie de detalles a destacar.
En primer lugar, parece que hemos recuperado cierto grado de
“sentido común” en la dirección de nuestro Ayuntamiento. Sus declaraciones
realistas y sensatas en medios de comunicación indicando que cualquier empresa
que cree empleo y cumpla la legalidad es bienvenida ya es todo un cambió para
bien y de sensatez. Las declaraciones de su antecesor cada dos por tres de que había
que vivir de la ganadería y agricultura ecológica no eran realistas. Y lo peor,
es que ninguno de su grupo, ni el Sr. Cuco ni la Casa Azul son ejemplo de sus
palabras, puesto que ninguno practica activamente sus declaraciones.
También el deseo de crear un gobierno fuerte por parte del
Sr. Enrique que cuente con miembros de otros partidos o grupos es un claro
mensaje de consenso y dialogo. Muy distante a las maneras de su antecesor. Lo
que desea evitar es estar como estaba el Sr. Cuco. Este también es un cambio
positivo porque va a generar estabilidad para Tapia de Casariego y así podrán aplicar
las medidas tan necesarias en nuestro Concejo. Va a ser muy difícil oírle al
Sr. Enrique declaraciones de que la oposición no hace nada o esta solo contra
todos; porque ya se aprecia desde su inicio que está buscando el dialogo y la
colaboración, para evitar la situación que generó el Sr. Cuco y luego decir que
es cosa del resto. No, el aislamiento se produce por decisión propia de no
buscar consensos y puntos de encuentros.
Por último, les contamos una anécdota, puesto que al final
también son indicadoras de la forma de ser de las personas y en este caso
muestra la sencillez del nuevo alcalde, alejado de cierto grado de bombo y
platillo de su antecesor. Se cuenta que nada más recibir el bastón de bando del
Ayuntamiento por parte de la señora María Antonia, el Sr. Enrique pidió que se
guardase en el mismo lugar que estuvo guardado decena de años antes de la llegada
del Sr. Cuco. Es un gesto de sencillez y que demuestra quizás una persona con
deseos de tener un perfil personal y profesional más natural.
No obstante, este “buen comienzo” debe ir reflejándose día a
día en el gobierno tapiego. Esperemos por el bien de Tapia de Casariego que se
vayan tomando las medidas adecuadas y la gestión sea óptima.