Lne. «He decidido que seré el candidato a la Alcaldía, opto al puesto por responsabilidad política». Con estas palabras, el tapiego Enrique Fernández «Revilla» (Serantes, 1952) despeja la incógnita al respecto de la candidatura popular. Si no hay cambios de última hora, en el pleno de mañana Fernández se convertirá en el segundo regidor de este mandato tras la dimisión de Manuel Jesús González «Cuco» de Alternativa por Tapia (APT), que alegó la ingobernabilidad del concejo y el bloqueo de la oposición.
El popular rompió ayer su silencio para dar un paso al frente y hacer pública su candidatura, la única que según lo previsto se presentará en el pleno de investidura. Lo hará sin que se haya firmado un pacto previo con los ediles de la oposición Guzmán Fernández (Foro Asturias) y el concejal no adscrito Ernesto Maseda. Eso sí, espera contar con el apoyo del concejal casquista en la investidura, pues ya dio su confianza a los populares tras las elecciones de 2011. Lo que dice desconocer Fernández es el voto que emitirá Maseda.
El portavoz y líder popular reconoce que ha habido contactos con ambos ediles, pero pospone cualquier acuerdo o pacto a la toma de posesión como alcalde. No obstante, promete negociar: «Espero contar con los dos en el gobierno o, al menos, voy a tratar que así sea». Sumar los apoyos de ambos ediles permitirá al PP, que suma cuatro de los once concejales de la corporación, lograr la mayoría de gobierno necesaria para trabajar.
A juzgar por los dos primeros años de mandato, la sintonía entre PP, Foro y Maseda es buena. De hecho, tras la expulsión de Maseda del equipo de gobierno por participar en la recusación del alcalde, los seis ediles de la oposición unieron sus votos para sacar adelante diferentes cuestiones. El último ejemplo de esta unión fue el pleno en el que autorizaron introducir cambios en el Plan General de Ordenación (PGO) para dar cabida al proyecto aurífero de Salave. Además, la postura de los tres grupos al respecto del proyecto aurífero es muy similar: se muestran partidiarios, aunque siendo exigentes con el cumplimiento de la legalidad.
Fernández está dispuesto a lograr un gobierno estable para el municipio tapiego y de ahí que considere importante alcanzar acuerdos con los grupos de la oposición: «Hay que esmerarse para que esto funcione». Al respecto de si le costó tomar la decisión, asegura que, pese a que el actual contexto económico y político «no es fácil, alguien tiene que ocupar el puesto».
Asume así el mando del grupo municipal popular tras la dimisión de la cabeza de lista en los últimos comicios, Zulema Sánchez. Dimitió un día después de que el regidor de APT anunciara su marcha y alegó «motivos personales» en su renuncia. Enrique Fernández lamenta su ausencia, pero considera que cuenta con un buen equipo para trabajar por el futuro de Tapia. El viernes el pleno de investidura servirá también para que se incorpore al grupo municipal Rocío Fernández.