Ante una España en quiebra y con muchas personas pasándolo realmente mal, es difícil comprender como en el Congreso están "subvencionados" los gin-tonic (concretamente cuestan 3.5 €) de nuestros diputados. Aparte de otras bebidas y comidas.
El ciudadano sufre una continua subida de impuestos y recorte de derechos. Sin duda alguna es una vergüenza estos privilegios para la casta política.
No se puede disculpar ni justificar comportamientos así de nuestros políticos. Son todos culpables de la situación, aunque lo que es aún más lamentable es que algún partido político quiera sacar ventajas electorales denunciando ahora esto. ¿Cómo es que se callaron hasta ahora?.
No ha tardado mucho IU en considerar que "es un trato de favor sin lógica" según palabras de José Luis Centell de Izquierda Plural. Por supuesto que tiene la razón, pero aquí surge el problema de IU, que más que un partido parecen unos reinos de Taifas. En cada comunidad hacen y permiten lo que ellos quieren.
¿Pero que sucede en Asturias donde IU lleva muchos años en el gobierno?
Pues el socio actual de PSOE y UPyD también tiene subvencionados en Asturias los gin-tonic. Y !!!aquí no ha dicho nada!!!. Es una vergüenza para todos los políticos, pero posiblemente es menos disculpable aún que IU pudiendo en Asturias prohibir esas subvenciones (COMO SOCIO DE GOBIERNO), las autorice y se beneficie. Al final, es gobierno, no se entiende ese roble rasero, excepto que sea un partido populista y demagogo (¿a quien nos recuerda eso?):
El Comercio. Almorzar en la Junta General del Principado sale barato, al menos bastante más que en cualquier establecimiento de Oviedo. La cafetería del edificio que alberga el parlamento asturiano tiene una lista de precios que va desde un vaso de leche a 0,45 euros, lo más barato, a los 2,10 euros que cuestan 'whiskies' como JB, Ballantines o Passport, lo más caro de toda su carta y aún así una tarifa muy económica para el mercado. Se puede desayunar, por ejemplo, a partir de 0,90 euros, importe de un café y mini bollería, aunque si se tiene más hambre no hay problema, el café más el pincho o bollería supone 1,05 y el zumo de naranja 0,85 euros más. Son precios inferiores a los publicados para el Congreso de los Diputados en el Boletín Oficial de las Cortes Generales y que han desatado la polémica por estar subvencionados. Las cafeterías y restaurantes de la Cámara Baja ofrecen un café por 0,85 euros, quince céntimos más que en la Junta asturiana, o gin tonics a 3,45, un euro y medio más caros. La misma bebida en el parlamento regional saldría por menos de dos euros: 1,15 de la ginebra y 0,65 del refresco.