Lne. La historia del yacimiento minero de Salave y de las empresas que desde los años sesenta del siglo pasado han trabajado en la zona para estudiar y tratar de explotar el oro tapiego se encierra en una nave de la localidad de Campos. Allí se apilan, en decenas de estanterías, los testigos de los 64.000 metros de sondeos que se han realizado en la zona y que acreditan el valor del yacimiento aurífero de Tapia. Ahora Astur Gold sumará entre 4.000 y 5.000 metros más, pues estos días la compañía está inmersa en una nueva tanda de sondeos mineros. Son los primeros que realiza en la zona la firma, que espera tener los resultados completos de la investigación a principios de año.
Los trabajos de campo, en los que participan alrededor de medio centenar de personas, comenzaron a mediados de septiembre y estarán listos antes de final de año. Semanas antes, en noviembre, llegarán los primeros resultados de los testigos extraídos, que se analizan en un laboratorio de Irlanda. Esta campaña de perforaciones, en la que Astur Gold está invirtiendo más de un millón de euros, servirá para verificar y ampliar los datos obtenidos por las compañías que antes trabajaron sobre el terreno.
La última campaña de sondeos en el yacimiento se remonta al año 2005 y fue acometida por Río Narcea. Lo que hace ahora Astur Gold son unas perforaciones gemelas, tal y como explica Clyde Peppin, que desde abril es el presidente de Operaciones en España. "Son sondeos paralelos y muy cerca de los anteriores que sirven para confirmar los trabajos de los otros operadores", aclara. Se llaman sondeos en cierre de malla porque son más precisos y permiten ampliar las mediciones y por tanto conocer mejor el yacimiento.
Astur Gold está trabajando con dos máquinas de sondeos fabricadas en El Bierzo y que sirven para extraer los cilindros de material de los que luego se saca la información. El director del proyecto, José Valdés, aclara que aunque la tecnología para perforar no ha evolucionado demasiado en los últimos años, sí que han mejorado las herramientas de estudio y análisis.
Las perforaciones actuales alcanzan los 300 metros bajo tierra y en esencia servirán para "ampliar la información y chequear la existente". La compañía trabaja con la esperanza de que los resultados sean positivos y permitan ampliar la vida útil del yacimiento. "Ojalá podamos encontrar un yacimiento continuo que nos permita seguir trabajando más años", dice Valdés, quien no descarta esta posibilidad.
Los datos disponibles también servirán para planificar mejor la puesta en marcha de la explotación. Por cierto, Astur Gold está ultimando las mejoras ambientales de su proyecto, trabajo que se prolongó durante casi un año. La compañía espera presentar antes de fin de mes el documento, en el que se ha revisado de manera integral el proyecto. Cabe recordar que en noviembre de 2012 el Principado autorizó la galería subterránea de explotación, pero no la balsa de estériles ni la planta de tratamiento. Ambas instalaciones serán revisadas ahora, aunque Astur Gold mantiene su compromiso de no emplear cianuro en su plan para Tapia.
Clyde Peppin, de origen americano y con cuatro décadas de experiencia en el sector minero, mostró ayer su confianza en el plan tapiego y aseguró que será una mina "casi invisible".
Esta campaña de sondeos en cierre de malla incluyen un total de trece perforaciones, que se realizarán en una hectárea de terreno en el entorno de los lagos de Silva. Se alcanzan los 300 metros de profundidad y el material extraído se almacena para su estudio.