La explotación de la mina de oro de Salave (Tapia) sigue en el aire, pese al informe favorable de la declaración de impacto ambiental emitido el martes por el Principado. AsturGold, la empresa promotora, lo reconocía ayer al expresar su satisfacción por la noticia, pero al tiempo calificaba de «muy exigentes» las restricciones y medidas impuestas. El proyecto, de hecho, deberá modificarse, al ser autorizada la galería subterránea de 2,7 kilómetros pero no dos elementos básicos como son el depósito de lodos y la planta de tratamiento de mineral. Y con la modificación del proyecto se duda de su viabilidad económica.
A la espera de conocer en detalle el informe del Principado, AsturGold manifestó ayer su voluntad de «seguir trabajando con el mayor rigor para el desarrollo y cumplimiento de todos y cada uno de los requisitos contemplados en la legislación, y de manera muy especial en aquellos relacionados con el medioambiente». También expresa su esperanza en iniciar cuanto antes las obras de la galería subterránea.
Pero la euforia inicial de los partícipes de la mina parece diluirse conforme se van analizando las exigencias del Principado. Además, colectivos como la Coordinadora Ecologista confirmaban ayer que recurrirán en los tribunales el informe favorable del Principado, a lo que se podría sumar -así lo anunció en su día- Oro No. Lo lógico es que si presentan una demanda soliciten la paralización cautelar de las obras, en el caso de que se hubiesen iniciado.