Ayer se produjo en lineas generales, y salvando ciertos matices, una noticia muy positiva para el desarrollo económico de Tapia y toda la comarca occidental.
La posibilidad de que la Mina de Oro se abra es muy alta, y eso generara muchos empleos y un cambio substancial en la economía tapiega. Por supuesto, aún quedan sectores y grupos en contra de este proyecto, lo cual puede tensar unas relaciones ya de por si delicadas entre los del "NO" y los del "SI".
La diferencia, para que lo tengan claro los aventureros, es que mientras unos lo hacen por NECESIDAD (necesidad de vivir, de poder cobrar un sueldo para comer, pagar hipoteca, criar a sus hijos, etc), otros lo hacen por un respetable concepto de mantener el medioambiente. Paradojicamente, la mejor forma de mantener un entorno es que no hay ningún humano en él. Curiosamente en este caso, hasta las lagunas de Silva no son naturales sino producto del oro y de los romanos hace milenios. Paradojicamente también, el boom urbanístico de alguna zona de Tapia atentaba y atenta con el tan respetable mantenimiento ecológico.
En si, no deja de ser una contradicción, pues si queremos un respeto al medioambiente, quien no debería estar es la presencia humana, obras urbanísticas ni ganadería, ni pesca, ni nada de nada, eso si es lo verdaderamente ecológico. Evolucionando esta radical forma de pensar hay un concepto claro: el desarrollo sostenible.
Con este concepto y su estricto cumplimiento, se pude montar la empresa que sea, porque nadie apuesta por una empresa industrial depredadora, sino cumplidora con el medioambiente, el desarrollo sostenible, la creación y reparto de riqueza y la adaptación al entorno y su posterior recuperación.
En cambio, esta "guerra" del Si y del No, es decir, la necesidad y los intereses (ya sean ideológicos con disfraz ecológico, urbanísticos o meramente sin ningún motivo en concreto) nos ha producido una perdida de tiempo considerable y que ahora, a toda costa debemos recuperar.
El ayuntamiento de Tapia debe proponer lo mejor para los vecinos ahora; por ejemplo negociando con la empresa y buscando salidas laborales, ingresos impositivos y cualquier otra mejora en nuestro concejo que se pueda obtener de esta empresa que afortunadamente esta dispuesta en estos tiempos a invertir cientos de millones de euros en Tapia, en Asturias y en España, mientras casi todas se van.
Los vecinos tapiegos y de los concejos limítrofes deben sentir que esta industria va a mejorar sus vidas y su futuro, que hasta ayer era negro. Ahora parece que se va a cambiar por el amarillo del oro.
Mientras, cuando deberíamos ser sensatos, inteligentes, con talante y buscando lo mejor para todos y no solo para unos pocos, nuestro alcalde y parte de sus concejales, ERRE QUE ERRE, que no, que ellos son contrarios a la Mina y al empleo en Tapia. Así no conseguimos nada, con posturas radicales, sin sentido y egoístas vamos a volver a perder un tiempo (y miren que ya hemos perdido mucho, sino imaginese que esta empresa ya podía estar produciendo en Tapia y así contribuir al desarrollo de nuestro concejo y comarca), con políticos que solo se sustentaron por un motivo (ignorando el resto de problemas tapiegos), con asociaciones que consideran estar por encima del bien y del mal (de la ley y del gobierno), con extremismos propios del siglo pasado....no, así no conseguimos nada.
TOCA SER HUMILDE, SER SOLIDARIO, SER NEGOCIADOR, SER ABIERTO, SER EXIGENTE. Esperemos que algún político local este a la altura de estos nuevos y esperanzadores tiempos.