Según ha podido saber El Nuevo Faro de Tapia, se puede producir acciones denominadas “escraches” sobre concejales de nuestro Ayuntamiento para influir o presionar a la hora de elegir nuevo alcalde.
El termino “escrache” se refiere a una serie de acciones en la que un grupo de personas o intereses se dirige a la vivienda particular o lugar de trabajo de las personas que quieren “presionar”. Se considera un método de protesta de acción directa, originario de Argentina y con líneas no muy claras entre lo que es la manifestación y el acoso a la persona que se “presiona”. Por tanto es un método que posiblemente no se tardará mucho en legislar en este país y posiblemente prohibir o limitar.
Estos casi dos años de “Cuquismo” se pudieron observar en varias ocasiones acciones o incluso intimidaciones a miembros de la oposición en Plenos (algo que atenta a la democracia más básica), y posiblemente uno de los actos más tristes en la historia política tapiega fue precisamente la votación que llevo al “Cuquismo” al gobierno tapiego (al final para nada, para perder dos años políticamente). Las presiones que sufrieron algún concejal no son compatibles con el Estado de Derecho y la Democracia que afortunadamente nos ha tocado vivir.
Doña Zulema (candidata nº 1 por el PP), Don Guzmán (Concejal por Foro), etc., has expresado públicamente en medios, que estos casi dos años han sufrido demasiadas presiones, que evidentemente NO DEBERIAN SUFRIR y que reflejan la crispación social generada principalmente por un sector radical. Acciones como los “escraches” solo buscan intimidar al político y permitir que un grupo reducido de personas puedan controlar todo un concejo. En este caso un sector y lobbys claros y conocidos. Es decir, es un reflejo e ideal antidemocrático: unos pocos no pueden imponer su voluntad sobre muchos.
NO SE PUEDE OLVIDAR, EL CUQUISMO NO ES LA MAYORIA DEL CONCEJO, ES UNA PARTE NO MAYORITARIA DEL MISMO Y EL UNICO CAMINO ES SALIR TODOS JUNTOS DE ESTO Y BUSCANDO EL CONSENSO Y LA VECINDAD. No es imponer IDEAS NI PROYECTOS unos sobre otros, sino comprender que todas las posturas pueden entrar si hay verdaderas intenciones de negociar y alcanzar acuerdos.